Entrevista  a  Mica  Reidel


En Propuesta Nº 10 – Octubre de 1978







UN   REPORTAJE   ALEATORIO






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Ozcar Zarco y Silvio Winderbaum hicieron esta entrevista a Mica Reidel, quien por esa época intrigaba al público con su novedosa propuesta de conciertos aleatorios. A principios de los 70, Reidel había conformado la banda de rock pesado Supermoco, una de cuyas particularidades era presentar en los conciertos una obra de 90 minutos titulada El tercer ojo. Con posterioridad, en 1981, Reidel formó la banda de música aleatoria Acapulco –en la que estuvieron Jorge Pistochi y Roberto Petinatto- con la que hizo una presentación pública en la calle Florida y que también compartió un recital en Obras Sanitarias con Pajarito Zaguri y músicos de Memphis la blusera.




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Charlando, un día de estos, en la redacción, salió el tema de Mica Reidel y la música aleatoria. Nos habíamos enterado que iba a dar un espectáculo en octubre. Una chica que estaba presente en ese momento, nos contó que había ido al ciclo que Mica hizo en el Teatro del Centro y nos dijo que le había parecido “una basura”, y que “ese tipo no sabe nada de nada”. Nos intrigó. Entonces, nos mandamos para su casa, y le preguntamos qué y cómo es esa música tan “rara” que hace. Fuimos con un único dato: que para dar sus espectáculos él y su grupo no ensayaban. Cuando salimos, teníamos tal menjunje en la cabeza, que no entendíamos nada. Pero para eso estaba la grabación. Lenta, pacientemente, logramos desenredar en varias horas de trabajo lo que fue una conversación larga y compleja, sobre la música aleatoria. Lo que sigue es el resumen, abreviado y esquematizado, de lo que nos dijo.




- Nosotros sabemos que vos improvisás cuando das tus recitales. Explicanos un poco eso.



- Mirá, no se puede decir que improvisamos. En todo caso, improvisamos aleatoriamente, que es muy distinto. Yo, en general, hago tres diferenciaciones en la improvisación: la improvisación jazzera, la espontaneísta y la aleatoria. La jazzera, es un tipo de improvisación en la cual varios elementos de la música son fijados, se predeterminan o están escritos. Su sucesión está atada a cierto esquema prácticamente inamovible, y otros elementos, o un elemento más (lo que se denomina el solista en el jazz) improvisa. El jazz es un estilo, un ritmo, un montón de cánones bien definidos. Uno sabe quién está tocando jazz y quién no, y se puede reconocer cuando aparece un músico y ese músico no toca jazz, aunque esté improvisando.


El espontaneísmo es más una corriente cultural, es decir que abarcó tanto el teatro como la plástica, u otras artes. No hizo mucho efecto en la música, porque en general, la música caótica es muy difícil de asimilar por parte del oyente. Espontaneísmo, sería el caso de un grupo que en un tiempo funcionó muy bien, que es la Instants Composeurs. Era un grupo donde, por ejemplo, empezaban a tocar, y sonaba lo que salía. Había lugares en los que decían, bueno, usted va a conducir, y entonces el músico que había sido señalado, se levantaba y conducía, mientras los otros seguían ejecutando.


La improvisación aleatoria tiene mucha historia. Comenzó porque algún músico aristocrático la fue llevando, desde el jazz (que fue el primer hecho de improvisación masiva y de comunicación con la gente en este siglo) a otros estratos más altos.



- Digamos que se la sacó de lo popular y se la llevó al laboratorio…



- Se la investigó. Entonces, se incluyó en algunas obras pasajes aleatorios. Inclusive en Argentina, hubo varios compositores que lo hicieron. Por ejemplo, José Maranzano tenía una obra para 14 tenores, en la que llegaban a ciertos lugares en los que tenían que elegir entre equis notas que estaban ahí. Entonces se producía lo que podríamos llamar una textura vocal, que era indefinida. Indefinida antes de tocarla, pero cada vez que se volvía a caer ahí, tenía otro aspecto.



- ¿Qué es entonces la música aleatoria?



- Lo aleatorio es algo abstracto. No se puede definir en sus aspectos particulares. No se puede llegar a una definición, porque los elementos constituyentes de la aleatoriedad varían constantemente en el tiempo. el elemento aleatorio es muy difícil de definir: es más fácil definir una ecuación matemática estudiada aleatoriamente, que definir una música dibujada aleatoriamente. Te voy a dar un ejemplo que quizás te aclare un poco la cosa. Ponele la revista que ustedes editan. Imaginate que un día venga un señor equis, y te diga: mire, yo le voy a distribuir su revista donde me sea más cómodo. Imaginate que vos le des a él una cantidad de ejemplares para que distribuya donde le quede más fácil. Cuando vos hacés eso: ¿sabés cuántos ejemplares vas a vender? ¿sabés en qué lugares te la van a distribuir? No. Sin embargo, vos tuviste la intención de hacer eso. Esa intención fue aleatoria. ¿Se puede definir que fue lo que vos quisiste hacer? En lo general, sí. Quisiste darle a ese señor una cantidad de ejemplares para que te los distribuya donde le sea más cómodo. ¿Se puede definir en lo particular? No, porque no sabés ni en qué lugares te los distribuyó, ni qué resultado vas a obtener. Algo así pasa con la música aleatoria. Vos tocás en forma aleatoria, y sabés en general, qué es lo que vas a hacer, pero no sabés el resultado concreto que vas a obtener.



- ¿Cuál es, entonces, la diferencia con el espontaneísmo?



- En el espontaneísmo hay un tipo que va y crea cualquier cosa. Para que eso sea aleatorio, tiene que haber inteligencia aplicada a eso. O sea, alguien sin saber un pito de música puede hacer algo espontáneo, pero para hacer música aleatoria necesita un montón de conocimientos. En la música aleatoria existe inteligencia aplicada, existe una lógica. Podría haber cinco músicos de excepcional calidad haciendo una obra espontaneísta, y a los cinco minutos una obra aleatoria. La definición está en el resultado de esa obra: una obra espontánea puede no tener ni principio ni final, y una obra aleatoria lo mismo, sin embargo, la obra aleatoria puede ser definida en forma general: paso esto, esto, y aquello. El criterio, la lógica que se utiliza, es una lógica que proviene del inconsciente, es una cosa absolutamente intuitiva.



- O sea que el criterio de la aleatoriedad tiene que ver con las vivencias inconscientes…



- No, no, no podemos aplicarlo en forma generalizada. El criterio de la aleatoriedad, es una cosa que no se define por necesidad sino por resultado, es decir, no necesito hacer una obra aleatoria: es aleatoria, porque se cumplen los elementos de la aleatoriedad.



- ¿Cuáles son esos elementos?



- Que puede ser estudiado en forma general, que tiene una definición que responde a ciertas ecuaciones de la aleatoriedad que permiten siempre obtener un mismo resultado en forma general, y que el fenómeno es posible de ser reproducido.



- ¿Es posible de ser reproducido?



- Te repito, en su forma general, y no en su forma particular. Ahí tenemos una diferencia con el espontaneísmo. Las obras espontaneístas no pueden ser reproducidas. En cambio, una obra aleatoria, si realmente tiene una lógica, es posible reproducirla varias veces. Siempre distintas, pero como la lógica es la misma, se da por resultado un mismo elemento global.



¿Cómo te comunicás con el músico, cómo lográs una cierta coordinación del grupo?



- Lo principal es la calidad del músico. Encontrar un músico que pueda tocar música aleatoria, es una cosa muy difícil. Casi te diría, que en una ciudad de ocho millones, puede haber tres o cuatro. El músico debe ser hipersensible, es algo muy especial…



- ¿Qué percibe el músico de vos?



- De todo. Es un elemento recomplejo, pero está basado en la música, en la expresión facial, en el sentido de la música que está saliendo de mi instrumento, en la vibración interna, en muchas cosas… y además, en ellos mismos; es una cosa muy humana. Es como encontrarse de pronto con un grupo de amigos que se reúnen y la pasan bien.



- ¿Qué búsqueda te llevó a la música aleatoria?



- Bueno, vos habrás notado que yo hablo mucho, y a pesar de lo mucho que hablo no siempre puedo hacerme entender. (En el reportaje se nota menos porque lo corregimos varias veces…). Si yo pudiera hacerme entender con la palabra, seguramente no hubiera sido músico. Como no puedo, hago música.


A medida que pasa el tiempo ciertos elementos se van desgastando. Haber hecho rock and roll, significó para mí haber amado el rock pesado, haber amado una cultura, haber amado una gente, un tipo de vibración, un tipo de público, muchas cosas juntas. A medida que fue pasando el tiempo yo dejé de amarlo, y ellos me dejaron de amar, y todo se cortó, y fue desapareciendo. Entonces, fui a buscar otra cosa a la que querer, y después, una cosa en que sentir. Yo estoy contento de tener un motor que en cierto momento se sintió insatisfecho de esa música, no sólo la que tocaba, sino la que escuchaba. entonces fui a otro tipo de música que me satisfacía escuchar y hacer, y así sucesivamente. Hasta que terminé escuchando los conciertos en el jardín de mi casa, y para hacer esa música, lo mejor que pudehacer fue encontrar un par de músicos y hacer, bajo ciertas técnicas aleatorias, este tipo de música.


Cuando ya no me sienta satisfecho de hacer esto, probablemente, tendré que seguir caminando.



- ¿Cuáles son tus planes de aquí en adelante?



- Estoy preparando un oratorio que tiene tres partes. Una primera, absolutamente aleatoria, en el sentido de que no hay partes escritas ortocrónicamente (es decir, en forma convencional), sino que está compuesto confiando en Dios, como fue “Umbrales”, en el primer ciclo. La obra es para un cantante, dos guitarras procesadas, placas, y pianos (acústico y eléctrico). La segunda parte está hecha en base a cintas magnetofónicas, o sea que no tiene nada de aleatoriedad, sino que está predeterminado hasta en sus elementos más pequeños. Y la tercera, es una propuesta a tres niveles: al nivel de la aleatoriedad total, de la predeterminación total, y de la convivencia de ambas. Posiblemente se va a llamar “Salmo 9”. Para esta obra, conseguí una combinación bastante particular: vamos a tener un tenor. Antes, si había voces estaban grabadas, y si había canto, también era grabado. Nunca lo usé en vivo, porque nunca encontré una persona bastante orientada en este sentido, y funciona muy bien. Al mismo tiempo, estoy muy molesto con todo lo que pasó con la maldita Sociedad Genética y todo lo que pasó en el Luna Park, y con los malditos productores y empresarios que lucraron con eso, así que uno de los cuentos, va a estar basado en ese asunto.





Reportaje: 

Ozcar Zarco y Silvio Winderbaum



Mica Reidel, Gabriel Rubinstein, Omar Moretti (músicos)
Norman de Rodt (proyeccionista) y Oscar Cervera (dibujante)