Entrevista  a

OLLANTAY











En Propuesta Nº 14 – Marzo de 1979








UN  CANTO  A  LA  TIERRA



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Como su mismo significado lo dice, carnaval: carne vale. Una buena ocasión para dar rienda suelta a todo lo que durante el año no se puedo manifestar. El carnaval del altiplano difiere en sentido y forma al que estamos habituados a ver y participar. Ya no se trata de la agresividad contenida, típica de las urbes, sino de festejar la dicha de la tierra y de la vida. Después volverán nuevamente al trabajo forzado y a la rutina. Ollantay le canta a ese carnaval de nuestro norte, Bolivia, Perú, reproduciendo sus fuentes genuinas. Instrumentos y versos tratan de revivir y retransmitir el sentir de unas gentes diferentes a las de las ciudades, en un anhelo de desterrar a un diablo que es símbolo de algarabía y contento.

Silvia Moguillansky, Jorge Espinosa, Néstor Lloret, Miguel D´Arezzo y José Arechaga (Pepe) constituyen este grupo que actuará en Buenos Aires durante varios meses en el Teatro de la Cortada y que a esta altura ya deben esta evaluando los resultados de su gira por Villa Gesell.


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- ¿Cuándo y por qué Ollantay?


Jorge: - Lo más difícil sería “por qué”. Antes que nada porque somos músicos. Veníamos tocando para nosotros hasta que llegó un momento en que quisimos hacer algo más serio, más formal. Eso fue para fines del 74.


Silvia: - El inicio se debió a Néstor, Jorge y Miguel, que fueron incorporando la música andina a través de viajes.



- O sea que el “leitmotiv” habrían sido los viajes.


Jorge: - Sí, porque aquí además hay muy poca difusión.


Pepe: - Más que por la difusión, yo diría que por la motivación que crea el viaje y el lugar.



- Y teniendo en cuenta que nuestro medio no maneja recursos para motivarlo desde acá.


Jorge: - Eso lo ves claramente con la gente que va a los recitales. La que no viajó lo recibe con curiosidad, los otros lo viven mucho más. Allí la música tiene mucho que ver con el paisaje, con el hombre. Vive con la persona, se integra mucho más que enchufando un tocadiscos.



- La idea de trasladar la música aquí, ¿no será un tanto difícil?


Silvia: - No tenemos la idea de traer la música andina hasta acá. Lo hacemos porque nos gusta, pero sin ser conexión ni puente de nada.


Jorge: - Que indirectamente aportemos, puede ser.



- Entonces quiere decir que no hay un interés específico para que la gente de Bs. As. conozca esa música.


Silvia: - Sí, aunque ser los difusores no es nuestra gran tarea.



- ¿Cuáles habrán sido las influencias más importantes que recibió el carnaval?


Pepe: - La que vino con la conquista. El cristianismo produjo una combinación entre el paganismo y la religión cristiana.



- ¿Y en qué medida ella transformó sus festejos?


Pepe: - Se siguió manteniendo la tradición de la gran fiesta; tomar, divertirse y bailar, y se incorporaron las europeas en cuanto a vestimentas, influencias musicales y al carnaval en sí.



- ¿Cuál sería el sentido definitivo del carnaval?


Silvia: - Finalmente es religioso, no solamente bailar y cantar.


Jorge: - Es una semana de piedra libre, donde el diablo sale a la calle y puede hacer cualquier cosa y donde el último día se saca la máscara y se postra ante la virgen. Así se aplaca la cosa por todo el año esperando el próximo.



- ¿Cuáles son las diferencias entre su carnaval y el nuestro?


Pepe: - Es un hecho cultural distinto el que abarca a Bolivia, Perú, Brasil, Corrientes o Buenos Aires.



- ¿Por qué no se da la participación masiva en el carnaval urbano?


Pepe: - La diferencia de participación radica en las diferencias que tiene para una y otra cultura. En la Argentina está prohibido jugar con agua, y para disfrazarse hay que pedir permiso.


Jorge: - En Jujuy, donde en el año 76 pasamos el carnaval, se sigue festejando pese a que hay veda. Allí nos hicimos amigos del maquinista del ferrocarril que durante los días de carnaval tenía que trabajar. Sin embargo el tren no anduvo, chau, se paró.



- O sea que no pudieron contra ellos.


Jorge: - Claro, si hasta el inspector estaba festejando el carnaval.



- ¿Ustedes viven profesionalmente de su música?


Jorge: - Por ahora no.


Pepe: - La dificultad no depende de nosotros, en general para toda la cuestión artística de este país, salvo que seas Julio Iglesias.



- ¿Y este género lo haría más difícil?


Pepe: - Pienso que sí, un poco porque la música folklórica está en franca decadencia, no por la música en sí, sino por cómo se maneja la información y difusión respecto de ella.


Jorge: - Además de un problema de difusión es una cuestión de mentalidad empresaria; el problema de la gente que tiene la cosa en la mano y podría hacer algo.



- ¿Por qué ir a Villa Gesell?


Silvia: - Porque significaría seguir estando.


Pepe: - Un poco para que haya más gente que lo vea y porque la continuidad del grupo hace que la difusión sea mayor.


Jorge: Y a ver si por cansancio grabamos.





Entrevista:     Nora Castillo













Por la época en que se realizó esta entrevista, 
Ollantay logró editar su primer disco: 
El Desentierro del Diablo.