Desembarco en Capital:
de alquimistas y
periscopios
Allá por el verano de 1977-1978, ya en
la calle el número 5 de Propuesta, un sueño nos desvelaba: trasladarnos
desde nuestros lares quilmeños hacia la Capital Federal.
Las luces del centro nos atraían, ya éramos habituales pasajeros del tren línea
Roca a Constitución, o del Río de la
Plata por Calchaquí, que nos transportaban hacia los
recitales, los cines, las librerías y disquerías, las tallarinadas en Pippo.
Pero además, queríamos darle a la revista una mayor proyección. La cosa empezó
a parecer factible al conocer a los chicos de una revista subte porteña, El
Alquimista. Con ellos nos reunimos varias veces en bares de la calle
Corrientes para estudiar la posible confluencia de ambos grupos. Nos pusimos de
acuerdo y fusionamos ambas revistas, manteniendo el nombre de Propuesta
y llamando El Alquimista a la editorial.
En abril de 1978 salía el Nº 6 de
Propuesta y al mismo tiempo sacábamos un libro de poemas: "El aullido
del escarabajo de plomo" -ver en este blog-. El libro lo hicimos en el
mimeógrafo de Libros de Hispanoamérica, Montevideo 524, frente a la Casona de Iván Grondona.
El nuevo staff sumaba a los redactores
de ambas revistas previas. De la anterior Propuesta quilmeña: Silvio
Winderbaum, Máximo Salas, Néstor Mosaico, Daniel Otero, Ozcar Zarco, Eduardo
Sánchez, Oscar Salorio, Oscar Gastaca, Alberto Díaz, María M. di Benedetto,
Roberto Messina. El grupo de El Alquimista: Marcelo Kaplan, Jorge Dorio,
Esteban Torrents y los uruguayos Jorge Nasser y Enzo Vizzolini. También se
sumaron Sandra Russo, a quien habíamos conocido en Quilmes, y el fotógrafo
Alberto Lessi.
El número 6 de Propuesta, el primero de
la época porteña, se imprimió en Agencia Periodística CID. Salió con una
caricatura de Rodolfo Mederos en la tapa y una entrevista al músico que hubo
que realizar dos veces: tras la primera, al querer desgrabar la cinta,
descubrimos que el grabador había fallado y no había quedado nada registrado.
En junio salió el número 7, con foto del guitarrista de Fugaz en la tapa
ilustrando la nota central, una colaboración de Miguel Grinberg sobre el rock
nacional de entonces, titulada El éxodo y la pálida.
No teníamos por entonces oficina, nos
reuníamos en bares de Corrientes y aledaños. Para distribuir la revista
recorríamos los kioskos de la zona céntrica. Para llegar al Gran Buenos Aires,
tomábamos los trenes de Constitución, Once y Retiro y bajábamos en cada localidad
para dejar ejemplares en consignación al kioskero de la estación, continuando
hasta la siguiente en el próximo tren. Con este método artesanal nos fue
bastante bien: del Nº 6 hubo 900 ejemplares vendidos. Era un buen número, pero
no cubríamos los costos, y tuvimos que endeudarnos para sacar el número 7, que
también tuvo buena venta. Pero era evidente que no lográbamos autofinanciar la
revista.
La vinculación de la revista al PST,
que se refiere en la siguiente entrada, dio fin a este breve período de fusión.
Los chicos que venían de El Alquimista decidieron seguir su propio
camino y sacar la revista Periscopio, de características bastante
similares a Propuesta. Al igual que la pionera El Expreso Imaginario,
que salía desde 1976, ambas revistas aspiraban a llegar a un público juvenil con
inquietudes culturales. La oferta revisteril de la época se completaba con
revistas exclusivamente musicales, como Pelo, y decenas de revistas
subterráneas, algunas de contenido general y otras literarias. Esto quedó
reflejado en una nota del diario Clarín.
Buscando en la red, encontramos algunos
textos interesantes. Uno de ellos está referido a Jorge Dorio, hoy conocido
periodista gráfico, escritor, conductor radial y televisivo, y también actor de
cine. Dorio abordó en Propuesta temas literarios. Prologando el
libro de Dorio La verba inflamada (Juvenilia, 2007), Marcelo Nowodworski
escribe sobre esa época y menciona la participación de Jorge, con sus poemas,
en "El aullido del escarabajo de plomo”, libro editado por Propuesta:
"Éramos un grupo de cinco amigos
llamados en clave de aventura y esgrima “Mosqueteros”... En plena dictadura,
nuestras andanzas noctámbulas por una Buenos Aires que se resistía a amargarse
terminaban en el calabozo: sólo por andar por ahí te llevaba la cana. Jorge nos
consolaba leyéndonos Sartre. Los Caminos de la Libertad. Con la
sangre de pibes como nosotros, los milicos regaban la pampa. Brotaban las
huecas cabezas de los chetos hasta plagar la geografía: la moda consagraba a un
pelotudo que cantaba “I don´t want clever conversation...”. No lo podíamos
creer. ¿Rehusar una conversación inteligente? ¿De qué clase de nabos se poblaba
el país? Padecimos esa onda antiintelectual y nos la bancamos como duques:
escribiendo. Los Redondos clamaban “criminal mambo” y nos convocaban “a brillar
mi amor”. ¡Eso! Pero en nosotros confluían dos tradiciones. Una dualista:
psicoanálisis y cama redonda; y otra triádica: sexo, droga y rock&roll. Al
conjugar ambas en el colchón de una casa chorizo de Paternal con zaguán y gato,
emergieron las vocaciones de muchas discípulas de Freud. Mujeres que, caladas
hondo por la verba de Jorge, irían a dar con su estilo profesional a la meca
parisina, para gloria de esos euros dolobus que no las merecen, los muy putos.
Pasábamos mil y una noches relatando los cuentos que un amigo califa nos legara en su paso por la
city. En tanto el autor hallaba cauces a su verba publicando con otros poetas
El Aullido del Escarabajo de Plomo, y dirigiendo la revista Periscopio. Esas
tempranas ocupaciones literarias y periodísticas marcarían el rumbo”.
Otro integrante de Propuesta en los
meses de la fusión, el integrante Jorge Nasser, también evoca esa época en una
entrevista. Jorge Nasser continuó su carrera musical en su país natal, Uruguay.
Lideró la banda Níquel, una de las más populares en la década del 90. En el
nuevo milenio superó la docena de discos, grabando entre otros con Rubén Rada,
Jaime Ross, Sandra Mihanovich, León Gieco y Teresa Parodi. En una nota
publicada el 21 de julio de 2013 en el suplemento Radar del diario Página
12, Mariano del Mazo lo presenta diciendo:
"Aquí vivió entre 1976 y 1982,
aquí jugó seriamente a ser periodista, aquí descubrió el rock and roll en su
ancha acepción, aquí formó Níquel. Era militante del Partido Comunista
uruguayo, y se escapó de la dictadura de allá para caer en las fauces de la
dictadura de acá".
Jorge, por su parte, hace referencia a
su paso por Propuesta, Periscopio y El Expreso Imaginario:
"Un error de cálculo. Igual acá no
me conocía nadie: me hacía el uruguayo boludo, y me salía bien. En una ciudad
tan grande traté de pasar inadvertido. Al poco tiempo igual fui descubriendo a
Buenos Aires, me hice amigos y viví un período alucinante. No sabía que hacer,
y me metí primero en una revista troska y después en El Periscopio, de Jorge
Dorio. Fue una experiencia buenísima, El Periscopio era como una comunidad.
También estaba Sandra Russo. Hice un montón de notas... En 1921 pasé a El
Expreso Imaginario, y conocí a toda esa gente impresionante".
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Marcelo Kaplan (Foto de años posteriores) |