ENTREVISTA
A
M I A
En Propuesta Nº 13 – Enero de 1979
Después del Ciclo
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Músicos Independientes Asociados,
MIA, no son solamente un buen grupo más; son también los pioneros de algo que
dentro del rock (últimamente tan comercializado) es en sí novedoso. Ellos
mismos producen sus recitales y discos, logrando un contacto más directo con
quienes van a sus conciertos, todo esto realizado sin monstruosos aparatos
publicitarios detrás y ¡oh sorpresa! sin perder dinero (que nadie dice que no
sea importante, sólo decimos que no es “siempre” lo más importante). Para esto
basta un solo requisito: tener la claridad necesaria para jugarse a fondo por
lo que uno cree, en este caso por una propuesta que va más allá de lo musical y
llega a ser una forma de vida.
Estuvimos con casi todos: Liliana
Vitale, Daniel Curto (Mordaz), Nono Belvis, Alberto Muñoz y Kike Sanzol,
músicos y realizadores principales de MIA. El único ausente –con aviso- fue
Lito Vitale, importante pieza también dentro de la agrupación. Charlamos además
con Esther Vitale, encargada de la parte organizativa de MIA, quien además nos
dio algunos datos importantes sobre el funcionamiento de esta cooperativa
independiente.
Nuestra intención era saber qué
conclusiones había después de transcurrido el ciclo de noviembre, última
actividad del grupo durante 1978. Aquí, los resultados.
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- ¿Qué balance hacen del año ’78, en
cuanto a trabajo realizado?
Daniel: Vamos a empezar por enumerar
las cosas que hicimos este año. Principalmente tuvimos tres acontecimientos:
primero la grabación de nuestro tercer LD, por otra lado la presentación del
mismo (y también de material totalmente nuevo) en el concierto de junio en el
LaSalle, y por último el ciclo de noviembre. Cada uno de estos hechos tiene su
importancia; pienso que habría que analizarlos por separado.
- ¿Este ciclo de noviembre se puede
considerar un resumen de todo el año?
Liliana: Más que un resumen, una
muestra de todo el año. El ciclo abarcó más que nuestros conciertos; pero
hablando de ellos, las composiciones que tocamos eran en un 80% material nuevo.
- ¿Y en cuanto a las nuevas
formaciones; continúan trabajando después del ciclo?
Liliana: Todavía no (se ríe). Pero
van a continuar. Lo que pasó es que todo lo que hicimos el año pasado, fue lo
realizado hasta que estuvo Juan (Del Barrio); incluso había composiciones
suyas. A partir de ahí todo tomó una fisonomía nueva como consecuencia de que
las personas son irremplazables, y que nos fuimos agrupando de diferentes
maneras, con temas y grupos nuevos. Ahora hay más grupos separados dentro de
MIA, hay como líneas más definidas, donde cada uno se siente a gusto y puede
mostrar lo que le copa.
- Dentro de esas formaciones más
definidas, ¿cómo se inserta la integración de nuevos miembros?
Liliana: No hay nuevos miembros
estables en MIA, sino gente invitada, como por ejemplo la gente del coro.
- ¿Ustedes reciben gente nueva o se
consideran un grupo cerrado?
Daniel: Lo que pasa es que no se
puede contestar eso; no porque esté mal hecha la pregunta, sino porque no nos
manejamos de esa manera, en el sentido de “entra o no entra”, en todo caso
“está o no está”; todo lo que hoy es MIA no entró por una puerta de golpe sino
que se encontró de repente con que estaba en MIA. Es un proceso de integración.
De puro pegotes terminan quedándose.
- ¿Y en el caso de Kike Sanzol?
Daniel: (al que no sabemos por qué
apodan Mordaz). Y ese es el ejemplo del pegote mayor, insaciable (risas
generales).
Nono: Kike ya estaba en el ciclo,
porque exponía sus trabajos de pintura, de dibujo y luego por tener una gran
afinidad mutua terminamos tocando juntos.
Liliana: MIA es fundamentalmente un
grupo de música; pero todo está basado en las buenas relaciones personales, no
se puede dar que fulanito toca bien la batería y por eso entra.
Nono: Nosotros no trabajamos con esa
concepción profesional.
- Pero a pesar de eso se consideran
un grupo profesional.
Nono: En cierto sentido sí. Somos un
grupo donde existe mezcla de amateurismo y profesionalismo.
Liliana: En la música buscamos
resultados profesionales, de un grupo que se dedica de lleno a eso; pero
concretamente no vivimos de los conciertos y los discos como un profesional:
vivimos de dar clase.
- Ya que hablaste de vivir de los
conciertos, me gustaría que expliques que es lo que ocurre con la recaudación.
Liliana: Bueno, lo de los discos va
todo para próximos discos. En cuanto a los conciertos, lo que se gana se
invierte, de pronto, en ayudar a alguno de los integrantes en la compra de un instrumento
o en la compra de algo necesario para todos…
Nono: … o a organizar un posible
concierto o a ir afuera a tocar…
- … es decir, reinvertir la guita en
lo mismo…
Nono: Claro, el mantenimiento del
grupo. Ahora, el mantenimiento individual corre por cuenta de cada uno.
Fundamentalmente todos damos clases de música.
- Y respecto a los músicos invitados
como Spinetta, Rodolfo García, Starc, Astarita o González, ¿qué significó como
experiencia para ustedes?
Nono: Refrescante e importante. Porque
siempre estuvimos considerados como aparte de todo el mundo del rock.
- … Aparte?
Liliana: Sí, en cierta medida sí, de
“cierto mundo” del rock estamos aparte.
Nono: Lo que más nos gratifica de
todo esto es haber tenido un contacto musical con los músicos que más nos
interesaban, de toda la primera etapa del rock.
Liliana: Nosotros opinamos que hay
gente que comenzó con espíritu amateur, aunque concretamente hayan vivido
profesionalmente, con incoherencias, con cosas no muy claras; pero de pronto
siguen teniendo ese mismo espíritu que los llevó a empezar en la primera época.
Esa es la razón por la cual los invitamos a esos músicos.
- A través de lo que fueron
diciendo, parece que ustedes hacen una crítica a lo que consideran normalmente profesionalismo.
Eso generalmente suele estar basado en algo muy profundo, que sería algo así
como una filosofía de encarar la música. ¿Podemos hablar de eso?
Daniel: Yo no creo que sea una
crítica al profesionalismo, sino un desarrollo del amateurismo. Nosotros no
criticamos al profesionalismo. Nos parece perfecto que si alguien quiere
trabajar de músico profesional lo haga; no estamos en contra de ellos. Nosotros
no lo hacemos porque nuestra necesidad musical no pasa por ahí. Y por otro lado
no es una filosofía de cómo encarar la música, sino de cómo encarar la vida.
- O sea, no sería estar “en contra
de…”, sino a favor de otra cosa.
Daniel: Claro, y ponemos nuestra
fuerza en ese sentido.
- ¿Dentro de esta concepción
entraría el hecho de que ustedes no tienen un repertorio fijo?; es decir, que
pueden en dos recitales hacer cosas bien
diferentes?
Liliana: Lo que pasa es que lo único
que determina si se hace tal tema o no es las ganas que uno tiene; y la
necesidad. De pronto, hasta siendo independientes, a nosotros nos convendría
seguir tocando los temas de “Cornostipicum”, porque si el disco se vende nos
beneficiamos exclusivamente nosotros.
- Te lo preguntaba porque
normalmente ocurre todo lo contrario. Un tipo cualquiera tiene un repertorio y
lo trabaja, digamos, un año…
Liliana: No. Generalmente cuando
grabamos una obra ya estamos haciendo otra cosa.
Nono: Siempre se produce un
desfasaje.
Liliana: Y mucho más ahora. Porque
se dio algo muy positivo en nosotros: un crecimiento muy grande en profundizar
la veta personal, y entonces si vos escuchás un disco nuestro no tiene nada que
ver con lo que estamos haciendo hoy.
Nono: Lo que no significa que
neguemos lo anterior. Lo que pasa es que fue una etapa, pero nada más.
- Hace un rato, vos, Liliana, decías
que no se consideraban dentro del movimiento del rock; es decir dentro de
cierta parte del mismo. ¿Cómo es eso?
Liliana: Lo que pasa es que
independientemente de la música, tenemos muy clara nuestra propuesta amateur;
entonces aunque no descartamos propuestas de otro tipo, no las apoyamos.
Daniel: No ´stamo en el circo,
viste? (risas)
Nono: Lo que pasa es que dentro del
rock hay muchas variantes: desde el punk-rock hasta Tangerine Dream pasando por
todo lo que hay en el medio. Hay entonces montones de líneas y muchas de un
valor terrible, pero otras que no compartimos.
Daniel: No todo es música; hay
aspectos que son más gordos porque tienen que ver con lo que uno piensa. La
música…
- … es la forma que vos le das a lo que
pensás.
Daniel: Claro! nosotros por ahí
estamos más cerca de Les Luthiers, que son independientes y tienen un sello
propio que de Seru Giran por ejemplo; o estamos más cerca de todo el movimiento
coral que hay en Argentina, que es muy importante e independiente, que de algún
grupo que esté actuando en una empresa discográfica y todo eso…
- ¿Con todo el material del ciclo se
va a editar, como el año pasado, un cassette, un libro?
Esther: Eso está en estudio. (Los
redactores protestan acusando al grupo de retener información –todos hablan- no
se entiende nada- risas –risotadas en realidad –cargadas mutuas entre músicos y
redactores-. Cuando vuelve la calma Liliana nos larga la información. ¡Y sí,
señores, gran primicia para Propuesta, tu revista show exclusiva, por sólo cien
lucas, ¿viste loco?).
Liliana: En principio se había
pensado hacer un disco en vivo con el material de los 17 conciertos, pero
después se pensó, por la heterogeneidad del material, la conveniencia de hacer
dos discos separados, no un doble, sino uno instrumental y otro con letra. Los
dos aparecerían simultáneamente.
Esther: Además la idea es economizar
en la tapa, por ejemplo…
Kike: (medio cajoneado) Yo quiero
dibujar y no me dejan…
Esther: (sigue imperturbable) … porque
siempre es una cosa que encarece el disco.
Liliana: La tapa de “Cornostipicum”
salió tanto como la sala de grabación.
- Pero ¿qué es lo caro, el material?
Esther: No, eso no; la película, la
impresión, eso es lo más caro.
Kike: Claro, el material va a ser el
mismo de siempre, lo que va a cambiar va a ser el dibujo (ya a nivel lágrima)
¡No me dejan!!!
- ¿Lo piensan hacer con el mismo
sistema de promoción y venta del anterior, es decir con un fichero y con pago
adelantado?
Esther: No, si podemos evitarlo.
- ¿Fue una mala experiencia?
Esther: ¡No, fue tremenda!, pero no
queremos abusar de la gente. En “Cornostipicum” era imprescindible hacerlo de
esa forma porque si no, no se podría haber sacado el disco, pero no queremos
que se transforme en una costumbre.
- ¿Ustedes se encargan de todo el
proceso de producción del disco?
Liliana: Sí, ella (por Esther) es la
que maneja todo este tipo de cosas.
- ¿Y la distribución?
Esther: Se hace por un distribuidor
normal. Lo que pasa es que es chico y trabaja en Capital y Gran Buenos Aires.
Porque a las distribuidoras grandes, un sello chico no les interesa como
negocio, trabajan a otro nivel. Entonces no somos negocio para ellos.
- ¿Ustedes le dan un porcentaje al
distribuidor por la venta?
Esther: No, nosotros le vendemos al
distribuidor los discos, él nos compra tanta cantidad de discos.
- ¿Y si no los vende se clavó nomás?
Esther: Claro. Pero ahora él ya sabe
que tiene una cantidad asegurada de venta; con lo que se arriesgó fue con el
primero.
- ¿Y el proceso de matrizado, lo
mandan hacer?
Liliana: Sí, grabamos la cinta y la
mandamos a matrizar.
- Respecto al público que concurre a
sus conciertos, ¿se podría hacer una caracterización del mismo?
Esther: Nosotros el año pasado
trabajamos fundamentalmente con la gente del fichero que repetía los
conciertos, alrededor de un 70% del total. El 30% restante era gente nueva que
variaba. Este año fue al revés, la gente del fichero fue a uno o dos conciertos
y la mayoría del público era nuevo, gente que jamás había ido. Yo mismo me
encargaba de preguntarle, uno por uno, por qué había ido, si conocía los
discos.
- ¿Qué proyectos futuros hay?
Liliana: Excepto lo del disco, nada
hasta marzo o abril del 79.
Reportaje: Alejandro Correa – Ricardo Holcer
Fotos: Beto Rodríguez