ENTREVISTA A
RODOLFO GARCÍA
Y HÉCTOR STARC
En Propuesta Nº 12 - Diciembre de 1978
Después de Aquelarre
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Alejandro Correa y Ricardo Holcer, del staff de Propuesta, realizaron en
noviembre de 1978 esta entrevista a Rodolfo García y Héctor Starc, por
separado. Y Adrián Luciague los fotografió.
Los músicos venían de poner fin a Aquelarre, el año anterior, tras una
trayectoria de seis años y cuatro long-plays más un recopilatorio. La última
etapa de la banda fueron dos años en España, volviendo para despedirse en un
concierto en el Luna Park de Buenos Aires y una presentación final en el Teatro
Nueva Estela de Montevideo.
En la misma entrevista se anuncia la inminente presentación de Tantor, la nueva
banda que ambos músicos ya preparaban con Carlos Alberto Machi Rufino en el
bajo, y los eventuales agregados de los noveles Lito Vitale y Leo Sujatovich en
los teclados. La experiencia en España, la situación del rock en Argentina y
los músicos en el exilio fueron algunos de los temas abordados en la
entrevista.
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Rodolfo García:
“El rock se está fusionando con distintas ondas”
- ¿Cómo encontraste la música de rock a tu regreso de España?
- Llegué en un momento muy difícil, de separaciones… Con Aquelarre veníamos
para dar un último recital y separarnos, y para ese mismo tiempo lo hacían La Máquina de Hacer Pájaros,
Alas, Crucis. En cierto modo era parecido a lo que ocurrió a fines de los 70´,
cuando simultáneamente se separaron Los Gatos, Manal y Almendra, y
consecuentemente los grupos más chicos, que venían atrás, se cayeron. Pero
también noté una evolución de los músicos en cuanto a instrumentistas; muchos
de los músicos que ya había visto antes de nuestra partida (setiembre del 75´)
habían adquirido una gran solvencia. En cuanto a la música que se produjo no
puedo sacar muchas conclusiones, porque esa etapa no la viví, y tampoco es
mucho lo que pude escuchar.
La falta de recitales seguramente desalienta a la gente. Pasaron muchos
meses sin que hubiera grandes recitales, o los hubo pero con cosas demasiado
vistas.
La gente lee revistas de rock y ve que no surgen grupos con polenta,
consecuentemente no se graba y no salen cosas a la venta. Por otro lado, a los
músicos les cuesta mucho reunirse para armar grupos, ya que cada uno tienen sus
proyectos personales, no hay disposición para aunarse con otros y tener un
proyecto compartido. Así que el tiempo corre y la gente se pregunta qué es lo
que pasa. También hay muchas ausencias, músicos que se fueron…
- ¿Qué pensás de los músicos que se fueron?
- Pienso que la cuestión económica es fundamental. Muchos ya tenían idea de
irse hace tiempo, pero mientras tenían actuaciones todos los fines de semana se
quedaban; cuando eso se acabó, se fueron. Otros seguramente se fueron para
conocer, no por renegar de este lugar, y seguramente van a volver. Muchos se
habrán ido con la idea de hacer su música afuera, y para encarar una empresa de
esa envergadura tenés que tener mucha polenta. Necesitás un tiempo de mancarte,
y pienso que poca gente está capacitada para eso.
- ¿Qué pensás que va a suceder de aquí en más?
- No sé muy bien, pero pienso que la música de rock, en todo el mundo, está
fusionándose cada día más con otras formas musicales, afortunadamente. Por
ejemplo, se dice que Chick Corea o Weather Report hacen jazz-rock, y para mí no
es así. Lógicamente, Weather Report tiene que tener cosas jazzísticas, cómo no
va a tenerlas si toca W. Shorter, así como tiene cosas tropicales porque hay un
par de negros que se zapan todo, y tiene cosas rockeras porque está Pastorious.
Tiene de todo, pero la música en sí, el resultado final, no le llamaría
jazz-rock, es un nuevo idioma. Es lo mismo que la discusión de acá si Piazzolla
hace tango o no; yo creo que Piazzolla, por sobre todas las cosas, inventó un
nuevo idioma. El rock se está fusionando con distintas ondas. El jazz es el que
más se le acerca en este momento porque hay preponderancia de los
instrumentistas, y el jazz siempre fue la música de los célebres
instrumentistas.
- ¿Cómo ves la cosa en la
Argentina ?
- El problema principal es la falta de músicos. También hay retracción de
las grabadoras, y sólo graban los que tengan un mínimo de venta asegurado. Pero
espero que resurja lo antes posible. En los próximos meses, además de nuestro
grupo, van a aparecer el que está armando Rinaldo Rafanelli, con Bazterrica,
Diego Rapoport y otro músico, y el de Emiio del Guercio. Pienso que sobre fin
de año se va a vislumbrar mejor la cuestión.
- Hasta ahora te referiste a músicos que tienen trayectoria. Recitales se
están haciendo, pero con grupos nuevos. Hay una tendencia a no considerar a los
grupos realmente nuevos, con gente nueva…
- Pienso que para los grupos nuevos la situación está más difícil que
nunca. Aparte de la retracción de la gente, está el problema de organización de
recitales. El costo es terrible. En la época en que empezamos nosotros podíamos
hacer recitales, estaba más o menos al alcance, pero ahora se puso muy difícil.
Yo creo que la única forma de salir adelante sería a través de colegios,
universidades; hay que tratar de lograr el apoyo de una secretaría de cultura o
ese tipo de cosas, para darle posibilidades a la nueva gente. En España, en
Cataluña por ejemplo, una de las salidas que tuvieron es a través de las cajas
de ahorro, cooperativas, etc. Cada una posee un salón auditorio y una suma de
dinero destinada a la acción cultural. Programan recitales con entrada libre;
la gente tiene que ir a retirar las entradas a la Caja , y eso beneficia a la Caja ya que atrae a la
juventud hacia ellas. Pienso que acá hay muchísimas instituciones que deben
tener una partida de guita destinada a la cultura, que por ahí no está bien
usada. Donde ocurre algo así es en Tucumán. La secretaría de cultura de
Tucumán, a pesar de los cambios de gobierno, siempre fomentó que gente como
nosotros fuéramos a tocar allá.
- Del público ¿qué pensás?
- Mejor que antes. Lo veo muy hábil, con las antenas paradas. Hay más
cariño hacia el trabajo del músico, algo que se había ido perdiendo. La gente
quería ver el producto terminado, si lo hacías al mango okey y si lo hacías más
o menos te daban con un caño, eso un poco azuzado por las revistas…
También está el otro público, pero no molesta, aunque a mí no me caen
simpáticos para nada. Hay una especie de desencantamiento natural que hace que
esos tipos se prendan hasta donde puedan, hasta que en un momento se sienten
totalmente aislados y se autoborran. Ahora le llaman chetos, antes eran los
caqueros, desde el comienzo hubo tipos como esos que estaban por una cuestión
de pose, pero nunca jodieron a nadie.
Héctor Starc:
“Fuimos a España con una idea coherente”
- Contanos sintéticamente lo que hicieron en España con Aquelarre.
- Te voy a contar sintéticamente y te voy a contar la realidad, ya que hace
un año que estamos acá y escuché todo tipo de versiones.
Al llegar nos movilizamos mucho, viendo todo tipo de contactos. A pesar de
que no nos conocían fuimos bien recibidos. Nos trataban de locos porque
cantábamos en castellano. Cuando llegó el barco con los equipos, fuimos a
Barcelona, ya habíamos arreglado para hacer cuatro actuaciones en un boliche de
jazz y rock, Celeste, el lugar más importante de España para actuar. Después
hicimos un programa de TV en horario principal por el único canal que hay en
España (o sea que nos veían o nos veían), luego un programa de radio y después
ya nadie nos dio bolilla en Barcelona. Esos seis meses fueron jodidos porque
tocábamos muy poco, económicamente no porque ya nos habíamos hecho la idea de
bancarnos lo que se diera. Depués estuvimos seis meses contratados por un boliche
de Ibiza, un lugar donde se toca para extranjeros, turistas y no para
españoles. El dueño nos contrató sin conocernos, éramos atracción por el sólo
hecho de ser extranjeros. Eso nos vino bien económicamente, juntamos guita para
seguir la gira. Deahí fuimos a Madrid, dónde nos empezó a ir realmente bien.
Tocábamos en un boliche bailable pero haciendo nuestros temas. Acá se corría la
bola de que cantábamos en inglés… No fue así, cuando nos cansábamos de hacer
nuestros temas tan seguido hacíamos de Almendra, Los Gatos, Pescado Rabioso.
Así fue que conseguimos un representante piola, grabamos el long-play y tocamos
hasta en el último pueblito de España. Eso fue durante un año y pico. Hicimos
recitales, tocábamos en festivales con otros grupos, en las plazas de toros de
las provincias… Pienso que lo más importante es que por primera vez un grupo se
va fuera del país con una idea coherente; y se va a hacer lo suyo, no a hacer
los 40 principales del ranking o a tocar cumbias, ni a limpiar copas o vender
pizzas, como están todos los tipos que yo ví en Nueva York o en otros lados. No
quiero hacer nombres pero los ví. Si se van porque quieren la experiencia de
viajar, como hizo Luis Alberto o ahora León, está perfecto; pero no con los que
se llenan la boca diciendo que en la Argentina no pasa nada, porque acá pasa mucho, y
más que en países como Alemania, Holanda o la misma España. En Alemania si no
cantás en inglés y grabás en Londres no pasa nada, nadie grabó más de un disco
cantando en alemán. O tenés la Premiata
Forneria Marconi que grabó un disco en italiano y después se
tuvo que vender a Londres. Modestia aparte, creo que fuimos los únicos que
salimos a mostrar lo que se hace acá, salvo el caso de León Gieco ahora, que
está sembrando para cosechar después. Al margen de la experiencia como ser
humano, creo que lo positivo del viaje fue que dejamos un precedente, ahora se
sabe que acá no sólo se toca malambo.
- ¿Cómo encontraste la cosa acá, y que pensás que va a pasar?
- La encontré supermal. Allá tocábamos cuatro veces por semana y acá no
había nada. Recién hace dos meses nos convencimos de quedarnos acá. Lo que se
está dando es un cambio generacional. En todo el mundo comienza a haber una
diferenciación: Weather Report o Chick Corea tienen un público de 28 años
promedio, y para los más chicos están Kiss y esas cosas. Acá es más difícil por
la mentalidad que existe.Hay miles de tipos que se casan y chau a todo, te
dicen “yo a Almendra lo iba a ver, pero ahora me casé y ya no voy más…”. Además
quedaron solamente los que estaban realmente interesados; los que daban vueltas
alrededor nuestro para levantarse una minita hoy están laburando en el banco
Nación…
- ¿Cuál pensás que fue tu evolución en los últimos tiempos?
- Sí, en España evolucioné, pero no tanto porque siempre fui un vago y
nunca estudié, no sé lo que es un La mayor. Sé que tengo condiciones, pero
jamás como músico intuitivo voy a tocar como otro tipo que estudió.
- ¿Qué proyectos tenés?
- Grabamos con el nuevo grupo, con Rodolfo García y Machi, y Leo Sujatovich
como tecladista invitado, tiene 18 años y se toca todo. El grupo se llama
Tantor, está en una onda que tira para el jazz-rock pero es muy distinto al de
otros países, es música instrumental, sin las estructuras rígidas de Aquelarre.
Hay influencias de música española, ya que impactó mucho lo flamenco y lo
gitano.