Crónica
Daniel Otero
Es
la hora de transbordar
las
consignas poéticas eternas.
León
Felipe
Uno
Yo
he visto los mejores sentimientos de mi generación
cayendo
violados
apilados
en bolsas plásticas sobre el asfalto
entre
planillas flacionarias y delitos de pensamiento
yo
he visto ojos cerrados para siempre
yo
vi cerrar en una fosa común el último aliento
y
una pala mecánica municipal
que
decía adiós
Dos
Nos
veo aquí lamiendo heridas
por
barrios oscuros y en aumento
buscando
a tientas la medicina
como
peregrinos con preguntas absolutas
cuál
es el castigo cuál la redención
para
un dios que está lejos y además no mira
Nos
veo aquí como la sombra
maltrecha
de quienes pobres y secos se quedaron dormidos
soñando
con la muerte
Nos
veo aquí donde el único triunfo es partir a ninguna parte
aquí
donde la tierra que parece de nadie es siempre de unos pocos
y
nunca de los justos
aquí
donde cada día es un día más que duele quema y devora
aquí
donde la única respuesta posible es la imaginación
enloquecida
y donde la
Todopoderosa Realidad bendice
y
luego escupe
Nos
veo aquí como una pesadilla
testaruda
condenados a gritar: mentira
y
a nadie le interesa
Tres
Se los engañó en sus sueños se despertaron de súbito en la noche y se
recogieron
en sótanos de dolor sin corazón y horrores de sueño de acero
-Ginsberg-
Estamos
donde
hubo quienes recorrieron barrios pesados enseñando a leer
y
ya no volverán a decir buen día
ni
siquiera en voz baja porque la ley es justa
se
les derritió vela en la garganta
y
se fueron
como
el final de una película de la metro en un cine vacío
ya
que hasta la
Absoluta Realidad afirma que hubo quienes
murieron
de inocentes
dentro
de sus trajes grafa mientras se dormía en paz alguien
cayó
de rodillas y sin aire y frente a la casa de dios quedaron
sus
huesos
duros
como una piedra
y
luego otra y otra
Estamos
aquí
donde un jurado toma la palabra y expone: horror
y
falla: paciencia
Quienes
en cambio se les dio el vacío concreto de insulina metrasol
hidroterapia
ocupacional y amnesia -Ginsberg-
Estamos
siempre
estamos aquí donde veo a quienes en protesta romántica
o
melancólica
dieron
vuelta la Bendita y
Absoluta Realidad y vieron
las
mismas caras:
se
arrancaron los ojos y tocaron el hueco desde adentro
Estamos
aún
donde hay quienes no celebran
ninguna
sintaxis neutral y golpean
en
busca de una crónica sin vergüenza
ni
arrepentimientos
para
que la palabra
sea
algo más que un refugio
Cuatro
Te
veo aquí
panfleteando
con
miedo te veo borracho
con
petitorios bajo la camisa te veo como en bolas
en
la esquina
pasar
la noche entrando a bares de estación te veo
sin
nombres ni citas
te
veo andar por otro mundo desaparecido de la vida
dentro
de un cuerpo:
el
tuyo
te
veo declarar territorio liberado frente a los parquímetros y condenado
a
la infracción
por
ver demasiado
te
veo aquí en esta máquina que chilla y cruje como
si
le doliera
como
si fuera cierto
que
cada corazón es irrepetible en otra anatomía y
para
evitarse problemas
te
declaran fantasma te veo
una
tarde de quinto año nacional de quilmes que mirás
la
boca de tus palabras que dicen que la mataron y ves
el
baldío la noche y los agujeros que no podés mirar y escuchás
que
te dice: 'no te rindas, lo que buscás
no
es toda esta sangre con olor a mierda'
te
veo
y
no sé qué carajo veo
porque
no estás.